Ya sabemos que la Unión Europea tiene entre ceja y ceja la electrificación de todos los vehículos del continente, y esto pasa por poner en el punto de mira a los coches antiguos. No tenemos que remontarnos mucho tiempo para ver cómo hace unos cuantos meses la Unión Europea presentaba el nuevo proyecto de reciclaje de coches.

Una decisión incómoda tanto para las marcas como para los propietarios de vehículos antiguos. La intención de la Unión era prohibir las reparaciones de los vehículos más antiguos, haciendo que estos quedaran obsoletos y obligando a sus propietarios a adquirir un vehículo nuevo más ecológico, algo totalmente contrario al derecho de la propiedad privada.

Volviendo a la actualidad, el Parlamento Europeo ha decidido darle una vuelta a esta proposición y consultar a las marcas para elaborar la nueva ley que será votada en los próximos meses, que tiene la intención de entrar en vigor para el próximo año, impulsando así la economía circular.

Con esta nueva ley, lo que se busca es dar un mayor impulso a los vehículos eléctricos, los cuales ganarían más terreno en las carreteras europeas. La sostenibilidad sea el motor para el cambio de los vehículos, reduciendo así la necesidad de producir nuevas piezas para vehículos antiguos.

Y es que ya hay varios países que han tomado medidas similares, como es el caso de los Países Bajos, un ejemplo que podría haber servido de inspiración a la Unión Europea para sus nuevas medidas.

Aunque no es tan drástico como quitarle el vehículo antiguo a un propietario para llevarlo al desguace, en este país las marcas tienen que asegurar que las piezas en buen estado de los vehículos que van al desguace deberán conservarse.